In Memory of Dr. Marc Chernick
The Georgetown Center for Latin American Studies mourns the sudden passing of our friend and colleague, Professor Marc Chernick, in Colombia. Marc died right in the midst of the work in which he so deeply believed: participating in a meeting on the implementation of Colombia’s peace accords near Cali.
Our hearts and prayers go out to Marc’s family, and the countless people he touched as a teacher, scholar, and active practitioner in Colombia’s peace process. He left a major, lasting mark on our Center for Latin American Studies and our M.A. program in Latin American studies, serving as the director of the Center from 2013 to 2016 and as director of the M.A. program from 2009 to 2013. He was also the founder and director of the Georgetown-Los Andes Program on Conflict Resolution and Human Rights at the Universidad de Los Andes, Bogotá.
Marc had recently been recognized with emeritus status in his role as full professor of the practice of conflict resolution and human rights, and he had received Georgetown University’s Gold Vicennial Medal for his 20 years of service. A scholar of peace processes, human rights, conflict resolution, and security issues, he was an expert on the Andes, and in particular, Colombia. Through his writing and teaching he formed a generation of thinkers and practitioners on peacebuilding. He was a tireless champion of the peace process in Colombia, faithfully dedicating his energies to the negotiations for more than two decades, and delighting to see the peace accords signed and put into motion over the last year.
Marc coupled his sharp intellect and deep commitment to peace and social justice with gentleness, humor, and kindness, and he was a trusted mentor to his students. He modeled a sense of calmness and joy, and he inspired students and colleagues to believe in their potential to have an impact, especially on the most intractable problems of our day. He lived, with deep integrity, his twin callings of scholar and practitioner, and he helped us all see how our lives can have purpose and meaning.
On this memorial page, you will find thoughts, tributes, or pictures contributed by Marc's friends, students, and colleagues. Please feel free to submit additional materials to clas@georgetown.edu.
As we mourn Marc’s loss here in the CLAS community, we will continue to draw strength from his example, and especially his unwavering belief in the human spirit and its quest for peace. We will lean on one another when we need to, and we will keep pushing one another to work for the world, at once more just and more gentle, that he saw just on the horizon.
More on Dr. Chernick in the Colombian Press
Thoughts and Memories
Dylan Gaffney, M.A. 2017
Professor Chernick instilled in his mentees a most invaluable intellectual and operational habit: To suspect and dispute conventional narratives and the interests that undergird them. Only the healthiest skepticism could inform sophisticated approaches to seemingly incurable afflictions.
Kenia Saba, M.A.
I wanted to share this memory that we had with Dr. Chernick. I was only able to have one class with Professor Chernick last semester, but he still was a great inspiration as a mentor. He would always make jokes in class, and the discussions were never dull. I wish I had had the opportunity to get to know him more. His inspiration was one of the reasons why I chose to go to Colombia during the summer, and I hope we can continue his legacy of peace as he encouraged many of his students to. My prayers and condolences go out to Dr. Chernick's family and loved ones.
Jesse Gibson (SFS'19)
Professor Chernick was the first director that I worked under in the Center for Latin American Studies. He was also one of the best professors I’ve ever had. I feel so fortunate to have been able to take Violence and Political Change in the Andes with him and to be able to learn so much about the region of the world to which he devoted his life. I don’t think I ever saw Professor Chernick in a bad mood, and I don’t think he had a single mean bone in his body. He genuinely seemed to become personally invested in the success of every student that he taught, including myself. Professor Chernick was more than just a boss and a professor to me, he was a mentor and a friend. It breaks my heart that he’ll never get to see the results of the peace that he worked so long to help procure, but he can rest easy knowing the impact that he had on thousands of students and that he left the world a much better place than he found it.
Rebecca Oliveira (Pike), M.A. 2013
My name is Rebecca and I received my M.A. in Latin American Studies in 2013 under Professor Chernick's tutelage. My fondest memories were having debates in class together; he was someone who I could count on to bring intellect and wit to our academic discourses. He had a profound impact on my studies, and I could not imagine my experience at Georgetown without him.
Kandya Gisella Obezo Casseres, M.A. 2017
El profesor Chernick, cambió mi vida, de formas que no alcanzo a describir. No solamente fue mi profesor, sino también mi mentor y amigo. Me dio confianza y fortaleza en los días problemáticos, cuando sentí mis energías desfallecer y con muy poca esperanza. Creyó en mi e hizo todo lo posible para que durante mi estancia en Georgetown pudiera preocuparme únicamente por mis estudios y no por los costos de la matrícula. Dijo que si, ayudando a que mis sueños se pudieran hacer realidad, dijo tú puedes y me repitió hasta el cansancio que mi voz y la de quienes se veían como yo, eran necesarias.
Amante de Colombia, me convenció de ir al programa de verano en Bogotá y pasé tres meses, reencontrándome con mi país y con una ciudad que antes de eso, honestamente no me gustaba. A los colombianos, nos dedicó su vida y conocimiento, pues la salida negociada a un conflicto fratricida de más de 50 años, fue su gran causa. Lloramos el año pasado y tuvimos plebitusa, pero cuando nos recuperamos, porque el anhelo de paz seguía intacto, de forma generosa me guío en mi proyecto de investigación sobre la participación de los grupos étnicos en el proceso de paz.
Me tranquiliza saber que después de todo, logró ser testigo de la firma del acuerdo de paz. Me reconforta más, evidenciar las huellas que en su andar pausado dejó en propios y extraños. Hoy en mi país, en su país, la prensa, políticos, académicos y organizaciones de derechos humanos, esas por las que tanto luchó, lo lloran y lamentan su pronta partida.
En mí, como estudiante vivirá su legado, y prometo honrarlo con la misma pasión, y el mismo espíritu provocador y combativo con el que lo conocí, y con el que me enseñó a retarme a mí misma. Me quedó entonces con lo aprendido, con su sonrisa, con su mordaz sentido del humor, con las horas y horas que pasé en su oficina resolviendo mis crisis académicas y existenciales.
Para mi profesor y mentor, todo el amor y la luz. Y como siempre nos dijo: “la lucha es permanente…la victoria segura” Muchas gracias!
Maria Cristina Escudero, M.A. 2003
Marc era un grande. Dedicado y comprometido con la paz en Colombia y un gran académico, profesor y amigo... Desde que egresé de CLAS en 2003 nunca perdimos el contacto, me ayudó con mi tesis de doctorado y compartimos muchos almuerzos y cenas en DC y Chile. He was a wonderful person and I will always remember him as the kind and noble human being he was.
Anthony Dest
“La vida es un paraíso. Lo que pasa es que no queremos verlo. Si quisiéramos verlo, la tierra entera sería un paraíso para todos.”
-Dostoevsky, Los hermanos Karamázov
Marc Chernick era mi mentor y mi compañero de lucha por la paz y la justicia social. Lo conocí en Washington, DC en 2010 cuando él abrió las puertas de la Universidad de Georgetown para organizar una serie de eventos de educación popular protestando la premiación de Álvaro Uribe por la misma universidad. En la campaña de “Adiós Uribe” jóvenes y mayores llegaron a las aulas para compartir y aprender de las realidades no contadas por la Embajada de Colombia en EEUU. Marc siempre sostuvo que la educación, el debate y las ideas podrían transformar las realidades tan difíciles que nos enfrentan. Su energía inspiró a miles de estudiantes a lo largo de décadas y — mas allá de sus responsabilidades académicas — Marc se dedicó a apoyar a los procesos de paz y construir mecanismos para lxs víctimas del conflicto como el Sistema de Alertas Tempranas siempre con la idea de acabar con la guerra.
Nos encontramos en México, Bogotá y Cauca varias veces en 2017 para compartir y organizar talleres promoviendo la paz. Por fin había llegado su añorado Acuerdo y él estaba listo. Le brillaban los ojos cuando él evangelizaba la buena palabra de la paz. Marc también estaba entrando a una nueva época de su vida mientras que esperaba su merecida jubilación de Georgetown. En su apartamento en Bosque Izquierdo volvió a tocar el cello y montaba bicicleta en la ciclovía de los domingos.
En 2017, él escribió en la introducción de "Timochenko: el último guerrillero" que “La historia de la guerra es para los historiadores, la Comisión de Paz y la Jurisdicción Especial para la Paz. La historia de la paz y la reconciliación nacional esta aún por escribir”. Estas palabras demuestran su compromiso de construir paz y exhiben su optimismo para el futuro de Colombia. A pesar de que contradicen las condiciones objetivas del país, representan una postura política y moral que nos hace falta. Esta guerra tiene fin y ese deber nos corresponde. Marc, nos hace falta.
Luis Daniel González, M.A. 2018
Descansa en paz Doctor Marc Chernick, gran profesor y un amigo íntimo. Luchó hasta su último día por la paz de mi país, tanto en Colombia como en Estados Unidos siendo profesor emérito del Centro de Estudios Americanos de Georgetown. Tenemos la responsabilidad de seguir luchando por la paz, como lo hubiese hecho el profesor. Estoy eternamente agradecido contigo, todos te queríamos mucho.
Andrés Felipe Villamizar, M.A. 2006
Dolor infinito en el alma con la partida de Marc. Como colombiano, que siempre ha creído en La Paz, siento la falta que hará su permanente análisis y aportes a la reconciliación de nuestro país, siempre agudo, siempre certero, más aún en momentos tan fundamentales como los que vivimos actualmente. Como congresista, lamento el vacío que dejará en los permanentes apoyos que le brindó para enriquecer las políticas públicas. Como profesional, queda en mí la mayor de las enseñanzas y la más grande influencia académica en mi formación. Pero sobre todo como amigo, queda la sinceridad, las risas, el corazón grande...enorme vacío deja nuestro querido Marc.
Camille Gaskin Reyes, Ph.D.
As we mourn for Marc and feel the pain of his family and loved ones, we should also celebrate his legacy, his well-lived and examined life, and how he was a role model for us and his students on how to apply academic thought and research to real life problems.
I am reminded of this sutra:
“ Whoever would live well
Long lasting, bringing bliss
Let him or her be generous, be calm
And cultivate the doing of peace.
By practicing these three
These three bliss-bringing things,
The wise one lives and will always live on without regret
In a world infused with happiness.”
Itivuttaka Sutra, from “The Buddha Speaks”
Aranzazu Flores-Romero, M.A. 2004
I would like to express my deep sorrow and condolences to Professor Chernick’s family and friends. During my time a Georgetown I had the great privilege of attending Professor’s Chernick course on “Comparative Peace Processes”, and I will always remember his course, commitment and personality as one of the highlights of my days as a graduate student at the School of Foreign Service. Professor Chernick will be remembered as a tireless peacemaker and a passionate professor. His efforts to advance peace in Colombia will not be in vain.
Pamela Figueroa, M.A. 1999
Los mejores recuerdos de un maestro que nos enseñó sobre nuestra historia y desafíos. Un honor haberlo conocido.
Jaime Baeza Freer, M.A. 2003
Quiero recordar a Marc Chernick como un maestro humilde, siempre al servicio de la causa de los más débiles. Para él, la ciencia política no era un asunto abstracto. Todo lo contrario, hacia academia para personas reales de carne y hueso. Fue un ejemplo de ser humano, y para muchos, un gran motivador para seguir la senda de la justicia y la paz en su amada Colombia. También alcanzó su amor por la región para emocionarse con el resto de América Latina. Fue un recurrente visitante de Chile. Le gustaba hablar del Chile lindo que conoció en su juventud como esquiador en nuestras cordilleras. Amaba la buena conversación, y tuvimos muchas de esas a lo largo de los años. La última hace menos de un mes acá en Santiago. Gracias por todo Marc, gracias por ser alguien al que uno puede decir con propiedad maestro. Abrazo al cielo.
Ana Carolina Rodriguez, M.A. 2014
Cuando no aprobé mis exámenes de doctorado, pensé que el mundo se me acababa. Pero allí estaba el profe Chernick diciéndome, que yo debería estar más bien en su programa de Derechos Humanos en Georgetown CLAS y luego de algunos meses, se hizo realidad. Terminé siendo parte de su programa y amé su clase de Derechos Humanos en Latinoamérica (guardo los libros con todas las notas y apuntes con mucho cariño), la de Procesos de Paz. Mi mundo empezó a vibrar bonito gracias a ese cambio. Hace menos de un mes le expliqué a Jacobo, mi hijo, en qué consistía una revolución y usé el mismo ejemplo que nos enseñó el profe en clase de States and Societies)
Gracias al estar en CLAS, viajé al Sur de Bolívar y allí no sólo confirmé mi vocación por los Derechos Humanos, sino que también hice grandes amigos y conocí a Lukasz. mi esposo.. Y esta cadena de bonitas casualidades ha seguido creciendo y creciendo..... hasta llevarme a Kurdistan. y traerme de vuelta a Colombia, luego de la firma del acuerdo con las FARC.
Al volver a Colombia luego de 10 años fuera, una de las miles razones que me alegraban, era saber que el Profe estaría radicado en Bogotá y que lo tendría cerca en la coyuntura de paz en Colombia. Recuerdo gratamente cuando nos encontramos para celebrar la firma del cese al fuego bilateral el 16 de agosto del 2016 en el parque de los hippies. La paz de Colombia era el tema del profe y celebrar ese momento con él fue maravilloso.
Hoy nos abandona, pero deja muchas semillas, entre las que me incluyo. Somos muchos los que seguiremos trabajando por la paz de Colombia . Gracias profe Chernick por mostrarme un nuevo rumbo. Estoy eternamente agradecida! Descance en paz querido profe! ❤
PD: El profe, siempre se burlaba de mi diciendo que me gustaba tanto el conflicto, que el de Colombia no era suficiente y que por eso me había ido al Kurdistan Iraquí. Extrañaré su sentido del humor.
Javier Ochoa, M.A. 2019
Marc Chernick fue uno de mis primeros dos profesores en la maestría y aún tengo muy fresca su presencia en mi persona; es difícil digerir que ya no esté entre nosotros. Mis clases con él se caracterizaron por una emoción genuina de su parte sobre los temas de estudio, lo cual dejaba en evidencia no solo su vasto conocimiento sobre la lucha de los DD. HH. en Latinoamérica, pero especialmente su total compromiso con la causa. El profesor Chernick tenía un don especial para tratar asuntos sensibles con una cuota de humor particular que te hacía disfrutar la clase de verdad. Para mí es un honor poder decir que fui alumno de Marc Chernick y, honestamente, me siento muy triste por su partida.
Cameron Trimpey-Warhaftig, M.A. 2018
Dr. Marc Chernick was a great professor, a gentle yet passionate man, and an insatiable defender of peace and human rights. He taught all of his students the invaluable lesson of thinking critically about the manner in which we interpret our history and policy making abilities, with an unmatched optimism even in the most difficult of situations. Where others saw a bleak future, ‘el Profe’ saw a new path to be forged. I had the privilege of working at his side both in Colombia and in Washington, and I was able to experience first hand not only his extensive knowledge of the region he had studied since his formative years, but especially his true belief and desire for the implementation of a successful peace agreement in Colombia. Dr. Chernick inspired me to dedicate my capstone project to the 2018 elections in Colombia and the impact they will have on the peace processes. He was so delighted to work with us on such a project, and offered insight and positive feedback at every opportunity. He was an approachable man, with an infectious smile and a contagious laugh that could lighten even the darkest room. A professor, boss, mentor, and above all, a friend, he exemplified what it is to be a scholar and a Latin Americanist. His tireless work for the peace in Colombia serves as an inspiration to us all and will carry on through the countless number of lives he impacted. Gone, but never forgotten, que en paz descanse.
Mike Rogowski, M.A. 2010
Professor Chernick was incredibly passionate about teaching, human rights, and the future of Colombia. A man of the utmost integrity, he actively encouraged the free flowing exchange of ideas and differing viewpoints during his classes. An inspiring example of what teaching can be and the impacts it can have on students many years since. He will not be forgotten. Rest in peace.
Juliana García Vargas, M.A. 2007
Se va un gran amigo! Lo conocí como profesor en el año 2004 y pasaron muy pocos meses para que se convirtiera en mi Director de Tesis, mi consejero, mi amigo incondicional. Fueron casi 15 años de amistad en los que los dos pasamos momentos difíciles, pero que siempre terminábamos reencontrándonos nuevamente para darnos apoyo uno al otro.
Lo más grande que me enseñó Marc Chernick fue que podíamos construir conjuntamente desde nuestras diferencias. Un hombre que siempre se caracterizó por respetar las distintas opiniones, pero así mismo se esforzó por dar a conocer sus argumentos y la importancia de llegar a consensos. Un hombre que me enseñó cosas que no conocía de mi país, Colombia. No sólo su historia y conflicto, sino también su cultura, su idiosincracia, y lo más importante…querer a mi país con tanta pasión, como él, un colombiano por adopción, que siempre lo hizo.
Gracias infinitas a un hombre que cambió mi vida y sin lugar a dudas, cambió mi destino. Lo recordaré eternamente!
Tiffany Wilt, M.A. 2018
Professor Chernick was a thought provoking Professor with an unrelenting commitment to democracy, peace, and all things Colombia. Although he sometimes frustrated us with his amazing ability to turn all discussions into an analysis of the FARC, his endless passion for peacekeeping enabled Colombia to get where it is today. He was the kind of person who wasn’t afraid to crack a joke even if he thought it might offend someone, or to invite his students over to his apartment to share in his selection of red wine and Bogota’s best Chinese take-out. He was the kind of guy who played giant classical instruments, had a wall of books in his apartment, and spoke lovingly about his sons whenever he was given the chance. He and his self-proclaimed native fluency in Spanglish will truly be missed. Que descanse en paz.
Adam Lifshey, Ph.D.
The gracious way in which Marc always spoke with me is something I will long appreciate. His kind smile and willingness to dialogue really made him stand out. I did not know him well, but I always felt lucky to have him as a colleague, and felt that the world was extremely lucky to have him as a citizen of it. Marc's ability to combine academic and hands-on work in favor of peace and conflict resolution is a true model to emulate. I hope that next semester, when I teach my course on the arts and human rights in the Americas, that I am able to give to my students something of what Marc gave to all of us. My deepest condolences to his family and friends.
Andrew Elam, M.A. 2017
I had the privilege of studying under Professor Chernick in both undergrad and grad school. For me, Prof. Chernick was a mentor, a teacher, and a friend. He was an unforgettable man. He had plenty of quirks--his perpetual skepticism and his near-perpetual tardiness come to mind. But what I will remember most about Prof. Chernick were his deep passion for Colombia and for Latin America more broadly. I hope to carry on this passion throughout my own life and career.
Eduardo Rey Tristán, Ph.D.
Una sonrisa. Una afable sonrisa que decía todo lo que era y representaba Marc Chernick. Una sonrisa que solo podía tener una buena persona, algo que considero imprescindible para ser, además y entre otras muchas cosas, un gran profesor e investigador.
Y tras esa sonrisa y su gran sentido del humor, una larga fila de estudiantes que esperaba para comentar sus investigaciones y trabajos con Marc.
Tanto una cosa como la otra, sonrisa y estudiantes esperando a su profesor son, para cualquiera que durante años haya sido profesor de universidad, la mejor prueba de que quien está delante es alguien a quien se debe conocer, con quien se debe aprender, con quien se desea mantener una afable conversación. Que es no solo un gran profesor si no también una magnífica persona.
Todo ello fue lo que sentí cuando conocía a Marc durante el otoño de 2016, en mis primeras semanas como Visiting researcher en CLAS. Por entonces pasaba buena parte de su año sabático en Colombia, así que cuando llegaba cada varias semanas a Washington se entendía que sus estudiantes estaban deseosos y necesitados de su atención. Y la daba con generosidad, tal como pude comprobar.
Al igual que lo hizo con algunos colegas visitantes que allí estábamos. Fueron conversaciones y encuentros varios a lo largo de aquel curso académico, cada vez que regresaba a casa, en los que con generosidad en su tiempo y en sus conocimientos intercambiamos ideas sobre la evolución de la violencia política en América Latina, y sobre todo en Colombia, cuyo proceso de paz lleva en cierta medida su huella.
Por todo ello, por su humanidad, por su familia (tanto la personal como la académica), no pude dejar de sentir el dolor por su prematura pérdida. Perdemos todos. Pierde su gente sobre todo, a quien le hago llegar un gran abrazo con todo mi reconocimiento y admiración por Marc; pierde su Universidad y especialmente CLAS, sus colegas, compañeros y estudiantes; pierden los estudios sobre América Latina en la región y a escala internacional; y pierde Colombia, que en este contexto necesitaba, como nunca, su opinión, su criterio, sus conocimientos, su generosidad y, sobre todo, su sonrisa.
Tipaporn Attasivanon, M.A. 2019
My heart, prayer, and condolences go out to Prof. Marc Chernick's family and loved ones. Profesor Chernick was one of the very first professors from CLAS whom I talked to when I started the master's program here. His sincere passion for Latin America and love for the people of the region inspired me to take his course on Peace Process & Post-Conflict in Latin America during the Fall-2017 semester. He was a great professor and a caring mentor. I always shared with him my personal interest in strengthening diplomatic relations and people-to-people connections between Thailand (my homeland) and Latin American countries. Profesor Chernick always supported me to pursue such interests. He also told me that he would love to see me coming back to work in the region and becoming a Thai female ambassador. I will keep his words in mind and will make him proud of this student. If one day I could come back as the first female ambassador of Thailand to Bogotá, Colombia, I would like to thank Prof. Chernick a lot and tell him that one crucial part of this success came from him. Que descanses en paz, nuestro querido profesor Marc Chernick. Eres nuestro modelo a seguir para siempre.
Patricia Biermayr-Jenzano, Ph.D.
A sense of disbelief and a deep deep pain was what I felt when I read about Marc’s passing. No es cierto, no es verdad…. How in the world could you leave us??? Marc was a colleague, a friend and “compinche”, he taught all of us how to deal with deeply ingrained social and political problems because of his shrewd intellect, knowledge and pleasant personality. Marc was always there… open to talk, to discuss ideas and to shape the future in different ways. He loved Colombia, its people, its society, the music and the challenge that implied to be a beacon regarding the peace process throughout the years.
He was able to engage generations of students in a learning pathway that included an understanding of one of the most difficult and long-lasting conflicts in the western hemisphere. He transformed the conflict into an on-going lesson, a never-ending discussion with a plethora of possibilities to move forward in Colombia. He not only taught the students but his peers and whoever approached him.
I remember our many discussions and plans to go to the “Magdalena Medio”, to work with the women there, to apply so many hands-on work options….but what I remember the most was the time right before reaching the peace agreement he said: “I want to be in Colombia; My place is in Colombia, I have to live this moment there….the peace process…. now that we are so close to reach peace” and he left, and Colombia embraced peace. Marc’s savvy interventions, political knowledge and easy-going character made him a true practitioner, a “grounded” academic and a tireless teacher who carried the peace flag in his heart. His name will be forever linked to the peace process and he will never leave us completely, he will always be here at CLAS, through the legacy of his work, through the teachings to our students, to the gentle words shared with all of us and the huge smile that characterized him. Colombia and all of us will deeply miss you. Marc, gracias por compartir tu vida con nosotros!
Monica Gonzalez, M.A. 2011
Conocer a mi profe inspiró en mí la búsqueda incansable de la verdad, paz y reconciliación, porque por primera vez encontré a un valiente, humilde y campeón de los DDHH y la paz que era él. Siempre veía "la posibilidad de...". Creía que con la sola existencia de "la posibilidad de..." otro camino sin armas, era suficiente para crear algo distinto e innovador, de ponerle freno de una manera sostenible a las injusticias y crueldades de un conflicto bárbaro como lo es el de Colombia. Él lo tenía perfectamente claro. Durante mi maestría en el 2010-2011, vivimos la llegada de Álvaro Uribe a Georgetown. En dicho momento lanzamos la famosa campaña "Adiós Uribe". A la par que el profe dictaba sus clases, persistía hombro a hombro, junto con estudiantes y colegas, en el empeño por educar sobre los DDHH en Colombia, a través del dialogo, marchas y talleres en Georgetown. Fue una experiencia inolvidable, trascendente, y sumamente significativa que daba vida a lo aprendido en sus clases y que unía nuevas amistades de por vida.
Sin embargo, más allá del profesor, del maestro que era él en estos temas, yo encontré a un amigo de inmensa estatura e importancia en mi vida, que me brindaba, de forma generosa, amabilidad, consejos, curiosidad, encuentros de descubrimiento y momentos de cuentos y rizas que en ocasiones nos hacía incluso doler las panzas. También era el amigo fiel y confiable, que prestó confidencialidad en momentos íntimos, dolorosos y humanos de mi vida.
El día que llegó el plebiscito, que a pesar de los eventuales resultados era un día cargado de esperanza, lo llamé y le dije: "Profe, veámonos en las urnas que voy dar mi voto para la paz! Tú me has llevado hasta acá, tú tienes que ser el padrino de mi voto". Con orgullo, así fue. Me acompañó esa mañana y luego nos tomamos un café: ese era mi amigo, el profe.
Te estimo con todo el cariño que es posible y te seguiré buscando para que me ilumines. Descanso sabiendo que estás con el amor de tus amores y que encontraste la paz, por la que tanto luchaste. Te extrañaré profe, descansa en paz y amor. Gracias por todo lo que nunca te pude expresar, porque las dimensiones serían como uno de tus papers de 30 páginas plus (gracias por eso). Me queda tu ejemplo de ser humano extraordinario, de trabajar, luchar e innovar por la justicia sin rendirse ante los desafíos.
Laura Constanza Henao Izquierdo
Querido Marc,
Me dejaste muchas enseñanzas. Me quedo con el recuerdo de tu alegría y de tu entrega por la construcción de la paz. Te voy a extrañar, pero seguiremos el camino, siempre pensando en ti.
Este año y medio de trabajo contigo me hizo ver que soñar es el primer paso para lograr lo que se quiere. Esa visión de largo plazo que nos transmitiste, hizo posible la creación de un proyecto del que ahora vemos los frutos. Creaste una red de esperanza que ahora nos une más alrededor de tu presencia. Porque siempre estarás con nosotros, a través de lo que construiste, siempre.
Gwen Kirkpatrick, Ph.D.
We will all miss Marc Chernick, who gave so much to the Latin American and Latin Americanist community at Georgetown and far beyond. Committed and idealistic, Marc was able to communicate successfully with students precisely because of his idealism and his commitment, maintaining an always renewed optimism in the toughest of circumstances.
My deepest sympathies go to his sons and other family. Although I knew Marc quite well through CLAS, I also knew him through his late wife, the talented and beautiful Tulia, who also possessed an inquiring and creative mind. She was a PhD student who became a friend. I know Marc and his family suffered through her long illness and far too early death. He found the strength to carry on and the optimism to begin forming a new stage of his life. At this time I mourn them both, and I want their sons to know that they were treasured, admired, and beloved people. Both left a deep legacy to Georgetown, to Colombia (Tulia's home country), and to an ideal of peace for our community and for Colombia.
Christopher Wahoff, M.A. 2011
Speech read at Dr. Chernick's funeral in Colombia April 22, 2018
Buenos días a todos, hablo en nombre de los ex alumnos y alumnos de Georgetown University del Dr. Marc Chernick para presentarles con algunas reflexiones. Como muchos de ustedes aquí hoy, tuve el gran privilegio de estudiar y trabajar con el Dr. Marc William Chernick, El Profe, en Georgetown. Como es evidente, el Profe tuvo un impacto transformador en la vida de sus alumnos. Él iba mucho más allá que un solo mentor, sino se convirtió en un gran amigo por los intereses en común y su pasión contagiosa por la paz en Colombia.
No era solo un académico y referente en los estudios de conflicto, procesos de paz y posconflicto, sino un practicante de sus valores que siempre buscaba acciones concretas. En vez de quedarse en la torre de marfil, se dedicó a la construcción de procesos comunitarios desde los territorios y abría puertas y tendía puentes a través de consultorías, pasantías y oportunidades laborales para que sus alumnos pudieran hacerlo también.
De acuerdo a esa visión, El Profe llevó a un grupo de nosotros a Bogotá en mayo del 2011 en un piloto del programa de verano de Georgetown acá en Los Andes. Para que no nos quedáramos con la imagen de que Bogotá era Colombia, llevó a algunos de nosotros a Barrancabermeja para participar en el Congreso de los pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinos, y al Sur de Bolivar para conocer la labor del Programa de Paz y Desarrollo de Magdalena Medio, un viaje que cambiaría mi rumbo y el de todos mis compañeros.
Como muchos de ustedes, me encuentro trabajando aquí en Colombia gracias al Profe. Esa inmensa pasión del Profe me contagió y fue él quien me alentó a trabajar a favor de la construcción de Paz en el Caquetá y el Urabá para la MAPP-OEA y ha guiado mi camino profesional desde que fui su asistente de investigaciones. Y no sólo eso, pero en cada oportunidad en estos últimos 3 años de vernos, nos tomábamos un tinto, un vinito, cenábamos en La Macarena, íbamos a cineforos en Luvina, y compartíamos espacios que atesoraré siempre. El profe nunca estaba demasiado ocupado para compartir su generoso tiempo conmigo.
Cuando le pedí que fuera un groomsman o caballero en mi matrimonio en Chile, aceptó sin pestañear, y mi esposa y yo tuvimos el gran privilegio de tenerlo con nosotros en nuestro día y, así pudimos darle un lugar de honor en nuestro día, expresándole por lo menos una fracción de lo mucho que significó su amistad para nosotros.
El Profe tenía y tiene aún una fuerza transformadora, la de unir, de inspirar, de construir con una pasión inigualable, una calidad humana, un gran amor por los demás que cambió el camino de la vida de todos nosotros. Sólo basta revisar Twitter, Facebook, la página que Georgetown dedicó a su vida y legado. Ahí y este lugar hoy es dónde uno ve los logros que muchas veces son invisibles hasta un momento como éste. El Profe no buscaba reconocimiento ni galardones, bastaba verse con un alumno en La Moneda o en la W Radio, Caracol, el Senado y en los Llanos del Yarí, y en todos estas esferas de influencia, ya sea a nivel nacional o comunitario. Y eso era la única recompensa que necesitaba para seguir apoyándonos y alentándonos a luchar a favor de la paz con él.
Miren a su alrededor: Todos y cada uno de nosotros somos una semilla de los millones que sembró el Profe a lo largo y ancho de de vida, en aulas de la Universidad de los Andes, la Nacional, su trabajo en el CINEP, ONU, Banco Mundial, y en las veredas más alejadas de Colombia, en sus iniciativas como director de CLAS, en SIPA y SAIS en los EE.UU., y todos los lugares que conoció. Por su visión, su ejemplo y su amistad, somos mejores personas; personas comprometidas con la Paz en este gran país. Estoy seguro de que cada uno de nosotros seguiremos los grandes consejos y el gran ejemplo del Profe, ahora más que nunca, para aportar a esa Paz, estemos donde estemos.
La vida del Profe demuestra el gran impacto de un profesor sin igual, carismático y comprometido con los demás; de hecho, es la clara muestra de una oración atribuida al Monseñor Oscar Romero:
¨plantamos semillas que un día crecerán;
regamos semillas ya plantadas,
sabiendo que son promesa de futuro.
Sentamos bases que necesitarán un mayor desarrollo.
Los efectos de la levadura que proporcionamos
van más allá de nuestras posibilidades.
No podemos hacerlo todo y, al darnos cuenta de ello, sentimos una cierta liberación.
Ella nos capacita a hacer algo, y a hacerlo muy bien.
Puede que sea incompleto, pero es un principio,
un paso en el camino,
una ocasión para que entre la gracia del Señor y haga el resto.
Es posible que no veamos nunca los resultados finales,
pero ésa es la diferencia entre el jefe de obras y el albañil.
Somos albañiles, no jefes de obra, ministros, no el Mesías.
Somos profetas de un futuro que no es nuestro. Amen.¨
Te queremos, Profe.
Que sigas transformándonos y guiándonos desde el más allá.
Nick DiRago (C’14)
Marc Chernick was one of those professors whose impact on students stretched beyond the classroom. When I returned from a semester in Havana, he helped put my experience in political and historical context as a teacher and thesis advisor. But more importantly, Prof. Chernick became a role model – an engaged scholar and a true believer in the possibility of justice and peace. As I begin my own doctoral career, I am one of many – inside and outside the academy – who are indebted to him. Prof. Chernick was full of insight, but one bit of advice sticks out: his appeal for students to “go and see” for ourselves.
Esteban Valenzuela, Director Magíster ESPO, Universidad Alberto Hurtado Chile
Nos sumamos al pesar por la partida de Marc Chernick en Colombia, su segunda Patria, el país que tanto amaba y por el cual aportó inteligencia valiente y transformadora. En debates académicos en Chile impresionó por su defensa de los derechos humanos, compartió con Stern, Teodorov y Touraine en seminarios en el Museo de la Memoria en Santiago. En nuestra Universidad diálogo con académicos y estudiantes chilenos y extranjeros con la lucidez para evitar la criminalización extrema a las FARC y reconocer las omisiones lesivas estructurales del Estado colombiano en reforma agraria, derechos sociales y protección de integrados al sistema político.
No hay paz sin justicia y reformas estructurales repitió Marc una y otra vez. Su voz seguirá con nosotros y las semillas de esperanza en Colombia, desafío pendiente para Chile con los Mapuches.
Los latinoamericanistas tenemos en Marc un testimonio que combinó la academia con lograr transformaciones. Por eso se interesaba en el nivel de involucramiento de los estudiantes del programa Georgetown en Chile. ES SU MENSAJE QUE SIGUE CON NOSOTROS. Fraternalmente.
Angelo Rivero Santos, Ph.D.
“Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos...”
Mi querido Marc, thanks for your teachings and unconditional support and friendship. Whether in the barrios of Caracas, where you, Tulia and I spent time in August of 2004; listening to your clever advice during Venezuela’s mediation in Colombia’s “acuerdo humanitario” in 2007; or just discussing Colombia-Venezuela relations in CLAS or Bogota over un tinto every time we met, you were always that necessary, skeptical yet clever, informed and reasoned voice that impacted our approach to the study and practice of what we do. As the messages from your beloved students that span generations here show, your pragmatic idealism and quest for dialogue and peace will forever live with us. And when peace finally comes to Colombia, I will be toasting you! Hasta siempre!
Melissa Nolan, M.A. 2012
It is without a doubt that I would not be where I am today, professionally, had it not been for Dr. Marc Chernick. I had the honor of taking several of his classes and participating in the pilot program abroad in Colombia in 2011. The inspiration, commitment and passion he has for Latin America, and especially Colombia, instilled in me all of the values I hope to carry through my life. Every time I will think of him and the years he spent working towards peace for my home country. I can still hear him ask "Melisa (Spanish pronunciation) ¿qué estás haciendo ahora?" and I know he is smiling down upon me knowing that I continue to work for peace in Colombia because of him.
Susannah Dibble (SFS'18)
Read her article "Remembering a Mentor" in the Hoya, a student-run newspaper.
Aldo Civico, columnist for El Espectador
Read his op-ed in El Espectador in honor of Marc Chernick.
Ria Bailey-Galvis (SFS'11), M.A. 2013
Professor Chernick was the most influential professor and mentor I've ever had. He was a warm person who cared deeply for his students and worked tirelessly for human rights and peace. He embodied the ideal of service for others and will continue to be a role model for years to come.
I first met Professor Chernick in undergrad. After taking his class on Latin American politics and culture, his infectious enthusiasm made me hooked on Latin American issues. He convinced me to apply to grad school, something I was not sure I would do right away. When I was accepted, he immediately helped me figure out how to visit and work in Colombia before classes had even started. It is not an overstatement to say that living in Colombia was transformative for me, and every step of the way Professor Chernick was there, opening doors, facilitating new experiences and teaching countless lessons. That summer, he led me and other students to visit Barrancabermeja and Sur de Bolivar, a trip that was the embodiment of magical realism, transitional justice theory with some adventure on the side.
Throughout the rest of my time at CLAS, professor Chernick proved time and time again what a strong advocate he was for his students. He empowered a diaspora of alums who will continue to champion human rights and peace in all of their future endeavors, and this is one of the many beautiful aspects of Marc Chernick's legacy that will persevere throughout the world.
Andrés Torres, M.A. 1997
I was profoundly saddened to learn of the passing of my beloved friend, mentor, and former professor at Georgetown. I do not have the words to express how much he meant to me. Professor Chernick nurtured my interest in Colombian history, politics, and literature, and in the process influenced my life in ways I could not begin to describe. I will always cherish our long conversations over coffee at Leavey Center and am eternally grateful for the advice and guidance he offered me so generously over our 20-year friendship. Knowing professor Chernick has been one of the greatest blessings of my life. I will miss him deeply and extend my deepest sympathy to his family and friends.
Deborah Alimi, M.A. 2010
Deeply sad...Pr. Chernick is an Inspiration for all. I had the privilege to be one of his students and will never be grateful enough for everything he taught us. His passion and engagement for Peace is a model for all of us to follow. Thank you, Professor.
Lisa Haugaard, Latin America Working Group
Marc Chernick was the foremost U.S. scholar of the decades-long quest for peace in Colombia. Documenting and working for peace through several failed peace processes, he never gave up hope. He died while working on what he loved, suffering a heart attack on April 17, 2018, at a gathering for peace in Cali.
I first met Marc in the mid-1980s at the other Columbia, where we were both members of a small group of comparative politics PhD students focused on Latin America. He was conducting his research on Colombia at a time when everyone else was focused on the Southern Cone or Central America, and he gently convinced teachers and colleagues that Colombia was far more than Pablo Escobar.
Marc was a caring teacher and mentor to his students at Georgetown University. He was also engaged in practical research and consultancies on human rights and peace issues in Colombia for international agencies which made strong contributions to building peace and strengthening human rights, recently on a project to convene regional and local peace dialogues around the country. Marc was the genuine article, a deeply socially committed scholar. In the last few years he spent more time in Colombia, happily working at the Universidad de los Andes and living a Bogotá life.
Marc was joyous at the signing of the peace accords—even though with his deep knowledge and experience, he knew the challenges that lay ahead. From the mid-1980s at Columbia to his final day in Cali, what shone from Marc was his magical, patient, profound faith in the many Colombian people who put their lives on the line for peace.
Marc, scholar and friend, kind mentor, man with such a big heart, champion of decades of struggle for peace in Colombia—you will be missed.
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Marc Chernick at CLAS Graduation Reception 2016
Marc Chernick at CLAS Reception Ceremony 2016 with Students
Marc Chernick at CLAS Reception Ceremony 2016 with students
Marc Chernick with CLAS M.A. students at graduation ceremony
Marc Chernick at CLAS Reception Ceremony 2016 with student
March Chernick and Erick Langer at CLAS Reception Ceremony 2016
Marc Chernick with CLAS students and Fr. Matthew Carnes at CLAS Holiday Party 2017
Marc Chernick in class with students
Marc Chernick with student organizers of 4th Annual Georgetown Latin American Film Festuval (GLAFF) 2017
Marc Chernick with student organizers of 4th Annual Georgetown Latin American Film Festuval (GLAFF) 2017 and Natalia Orozco
Marc Chernick moderating panel with director of El Silencio de los Fusiles, Natalia Orozco
Marc Chernick moderating panel with director of El Silencio de los Fusiles, Natalia Orozco
Marc Chernick with student organizers of 4th Annual Georgetown Latin American Film Festuval (GLAFF) 2017 and Natalia Orozco
Marc Chernick moderating an event at Georgetown University September 2017
Marc Chernick and Senator Juan Manuel Galan at Georgetown University September 2017
Marc Chernick moderating an event at Georgetown University September 2017
Marc Chernick moderating an event at Georgetown University September 2017
Marc Chernick moderating an event at Georgetown University September 2017
Marc Chernick moderating an event at Georgetown University September 2017
Marc Chernick moderating an event at Georgetown University September 2017
Marc Chernick having dinner with CLAS alumni in Santiago de Chile
Marc Chernick with alumni in Santiago de Chile
March Chernick and Natalia Orozco at GLAFF 2017
Marc Chernick with Colombia 2017 study abroad students
Marc Chernick with students at Georgetown University
Marc Chernick and CLAS graduating class of 2016
Matt Chernick with CLAS student Bernadette Hobson
Marc Chernick with students
Marc Chernick with student organizers of Georgetown Latin American Film Festival
Marc Chernick with CLAS student Bernadette Hobson
Marc Chernick with CLAS students Claudia Solis and Kandya Obezo Casseres
Marc Chernick in class
Marc Chernick with CLAS student Kandya Obezo Casseres
CLAS community at Marc Chernicks farewell party in 2016
CLAS community at Marc Chernicks farewell party in 2016
Marc Chernick and Jennifer Long
Marc Chernick in his office
Marc Chernick
Marc Chernick with Fabiola Leon Posada
Marc Chernick being interviewed by Fabiola Leon Posada
Monica Gonzalez, MSFS11: "I remain in disbelief and utter sadness from his loss. By far, this is one of my most cherished moments with mi querido profe".
Marc Chernick, along with GU students, being honored by Georgetown Law Human Rights Institute for the Adiós Uribe Coalition campaign
Marc Chernick with Meredith Pierce (right) at Consejo Regional Indígena del Cauca 2013 Congress
Marc Chernick at Consejo Regional Indígena del Cauca 2013 Congress
Marc Chernick at Consejo Regional Indígena del Cauca 2013 Congress with Meredith Pierce (right)
Marc Chernick at Consejo Regional Indígena del Cauca 2013 Congress
Marc Chernick and Joanne Rappaport at Consejo Regional Indígena del Cauca 2013 Congress
Marc Chernick at Consejo Regional Indígena del Cauca 2013 Congress
Marc Chernick at Consejo Regional Indígena del Cauca 2013 Congress
Marc Chernick with Monica Gonzalez (M.A.'11) and Juan Pablo Barrientos (M.A.'10) at a Peace Rally in Plaza Simón 2016
Marc Chernick and Joanne Rappaport at Gu-Los Andes Program 2016
Marc Chernick with participants of GU-Los Andes Program 2016
Marc Chernick with participants and faculty of GU-Los Andes Program 2016